«Marzo va a ser muy complicado en materia de inflación«, anticipó este lunes el propio presidente Javier Milei. A pesar del histórico ajuste fiscal y monetario, la tremenda recesión económica y la caída de la cotización de los dólares paralelos, la tasa de aumento de los precios se aceleró en lo que va de marzo.
Esta situación no solo es un problema más para el derrumbado humor social sino que además representa un escollo para la estrategia macroeconómica del Gobierno, porque implica también una aceleración de la apreciación del tipo de cambio. El país se sigue encareciendo en dólares y eso alimenta las expectativas devaluatorias.
El tema preocupa en los pasillos de la Rosada, por eso se convocó a una reunión con los supermercadistas (luego del encuentro de la semana pasada con las alimenticias) para pedirles por favor una tregua de precios. Algo bien curioso para un Gobierno que eliminó todas las capacidades regulatorias del Estado para favorecer los ajustes de mercado. El propio Domingo Cavallo, referente de Milei, admitió que a los formadores de precios se les fue la mano con la remarcación en las góndolas.
Súper reunión
El ministro de Economía, Luis Caputo; el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, Juan Pazo; y su par de Comercio, Pablo Lavigne, mantuvieron un encuentro en el Palacio de Hacienda con los líderes de los principales supermercados.
«El Ministro hizo particular hincapié en el hecho de que los precios de los productos de consumo masivo no reflejan hoy la nueva realidad económica. En este sentido, se debatieron alternativas para combatir la suba desmedida de precios y proteger de este modo a los consumidores. Participaron en el encuentro representantes de CENCOSUD, Coto, La Anónima, Carrefour, Chango Más y Día», informó Economía. «Es una especie de señal muy indirecta acerca de que el Gobierno está mirando el tema de los precios. Pero no hay sobre la mesa nada concreto», cuentan los súper.
«Muy complicado»
A pesar de que la inflación se estaría «derrumbando», según dice el propio Milei, «marzo va a ser muy complicado porque tiene un tema de estacionalidad muy denso, pero no descarto que en abril haya una fuerte caída de la inflación», aclaró el mandatario. Anticipó que el número de febrero, que el Indec dará a conocer este martes, se ubicaría en el orden del 15 por ciento, luego del 25 de diciembre y el 20 por ciento de enero.
Milei trató de explicar que «el aumento de la primera semana de marzo es menor al de la primera semana de febrero, que había sido menor al de enero. En la primera semana siempre sube«. Y dijo que si «se limpiara el arrastre estadístico, la suba de tarifas y prepagas, que fueron a causa de la inflación reprimida, caería a un dígito».
La aceleración inflacionaria de marzo no sólo estará marcada por el tarifazo en los servicios públicos. Según el CESO, en las dos primeras semanas del mes el rubro de alimentos frescos acumula un alza del 13,7 por ciento; bebidas, un 10,7 por ciento; perfumería, 10,4 por ciento; limpieza, 9,5; y alimentos secos, 9,3 por ciento.
Preocupado por esta dinámica, que aparece en un contexto de histórico apretón fiscal y monetario y mientras bajan los dólares paralelos, Caputo también había recibido la semana a las empresas alimenticias. El ministro no cuenta con herramientas regulatorias ni tampoco autoridad moral para quejarse por la falta de escrúpulos.
Medición
Milei y Caputo plantean que la «desinflación» está subestimada porque si bien los precios de lista no bajan, hay promociones de tipo 2×1, que el Indec en su medición no estaría captando.
«Los encuestadores registran el precio unitario de la variedad que se releva en el tiempo, por lo cual no hay tratamiento especial de 2×1, 3×2 o descuentos especiales en la segunda unidad. No se registran las promociones disponibles solo para determinados grupos de hogares consumidores (por ejemplo, para los clientes de un banco o billetera virtual; o únicamente para jubilados) porque, en la práctica, no están disponibles para toda la población. El IPC SÍ registra los precios de los descuentos o promociones de bienes y servicios disponibles para toda la población de referencia y que estén debidamente identificados en los puntos de venta. Por ejemplo, las ofertas específicas sobre un artículo o un conjunto de artículos pertenecientes a un mismo rubro (carne aviar, artículos de limpieza, liquidación en ropa y calzado por fin de temporada) aplicables a todos los consumidores sin discriminación, que se observan al momento de la recolección», detallaron desde las oficinas de Diagonal Sur.