Ucrania repudió este domingo las declaraciones del papa Francisco, quien sugirió al Gobierno de Volodímir Zelenski que elija «el coraje de la bandera blanca» en el conflicto bélico que mantiene con Rusia desde el 24 de febrero de 2022.
«Creo que es más fuerte quien ve la situación, quien piensa en el pueblo, quien tiene el valor de la bandera blanca, de negociar. Y hoy se puede negociar con la ayuda de las potencias internacionales. La palabra negociar es una palabra valiente», dijo el pontífice el sábado en una entrevista a la Radio Televisión Suiza.
Las declaraciones del papa Francisco generaron un fuerte rechazo entre los ucranianos, que señalaron la «inmoralidad» de pedir a una víctima de agresión que «se rinda», en lugar de instar al agresor, en este caso Rusia, a que pare.
La Embajada de Ucrania ante la Santa Sede respondió este domingo al Papa que durante la Segunda Guerra Mundial nadie habló “de negociaciones de paz con Hitler”.
«Cuando hablamos de la Tercera Guerra Mundial, que tenemos ahora, debemos aprender las lecciones de la Segunda Guerra Mundial”, decía el comunicado en redes sociales. ” ¿Alguien habló entonces seriamente de las negociaciones de paz con Hitler y de la bandera blanca para satisfacerlo? Así que la lección es sólo una: ¡si queremos terminar la guerra, tenemos que hacer todo lo posible para matar al dragón!”.
Los ciudadanos de Ucrania también llamaron la atención sobre el hecho de que el Papa ignore las consecuencias de una rendición, con las tropas rusas presionando a lo largo de la línea del frente.
«Sólo nuestra fuerza a la hora de proteger vidas y nuestra capacidad para lograr nuestros objetivos pueden devolver a Rusia a un estado de sobriedad al menos parcial. La locura rusa debe perder esta guerra. Haremos todo lo posible para ello», escribió el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un mensaje en Facebook dirigido a Moscú.
«Esto fue sólo un ejercicio. Querían llenar toda Kiev con nuestra sangre», subrayó Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, durante una visita a Nueva York.
Ucrania, aseveró Shevchuk, «está herida, pero no conquistada. Está exhausta, pero se mantiene en pie y persevera. En Ucrania, ¡nadie piensa siquiera en rendirse! Y a todos los que miran con escepticismo nuestra capacidad de resistencia, les decimos: ¡Vengan a Ucrania y vean!», escribió en un mensaje en sus redes sociales el domingo, sin referirse directamente a las palabras del pontífice.
Abiertos a la diplomacia pero no a una rendición
Para el Kremlin, los objetivos de su «operación militar especial» en Ucrania se mantienen inalterados. De hecho, varios días antes de que se hiciera público el comentario de Francisco, el expresidente ruso y vicepresidente de su Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, dijo que había que «descartar» la noción de que «Ucrania no es Rusia», mostrando un mapa con la mayor parte de Ucrania dividida entre Rusia y los países vecinos.
Por su parte, el presidente ucraniano, Zelenski, ha afirmado en repetidas ocasiones que las acciones de Rusia demuestran la ausencia de voluntad de negociar. Ucrania ha estado promoviendo su propia fórmula de paz, centrada en torno a la renovación de su soberanía territorial.
Según un sondeo de opinión realizado en febrero por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, el 72 % de los ucranianos cree que el país debería seguir la vía diplomática, junto con la militar, con el fin de detener la guerra. Esto no implica, sin embargo, la disposición a cualquier concesión territorial o de otro tipo que hiciera que Rusia saliera vencedora.
El optimismo ha disminuido algo tras el segundo año de la invasión, en el que Ucrania apenas avanzó en el campo de batalla, pero aún así el 80 % de los ucranianos cree en la victoria de su país, aunque están ligeramente más abiertos a concesiones territoriales limitadas en caso de que la ayuda militar de Occidente no sea suficiente, dijo a EFE el director ejecutivo del instituto, Anton Grushetski.