El ataque, que dejó dos policías heridos, ocurrió cerca de una de las entradas del Ministerio del Interior horas antes de que el Parlamento reabriera sus puertas después de su receso estival de tres meses, con un discurso del presidente Recep Tayyip Erdogan, que condenó el atentado.
«Los desquiciados que amenazan la paz y la seguridad de los ciudadanos no lograrán jamás sus objetivos», dijo Erdogan ante los diputados al inaugurar el periodo de sesiones.
Los dos policías heridos sufrieron lesiones leves durante el ataque cerca de una entrada del Ministerio del Interior, dijo el ministro Ali Yerlikaya en X, la rede social anteriormente conocida como Twitter.
Los agresores llegaron al lugar a bordo de un vehículo.
«Nuestros heroicos agentes de policía, por su intuición, resistieron a los terroristas tan pronto como salieron del vehículo», dijo Yerlikaya más tarde a periodistas.
«Uno de ellos se hizo estallar mientras que el otro recibió un disparo en la cabeza antes de que tuviera la oportunidad de hacerlo».
«Nuestra lucha contra el terrorismo, sus colaboradores, los narcotraficantes, las pandillas y las organizaciones del crimen organizado continuará con determinación», afirmó.
El ministro no dijo quién estaba detrás del ataque y nadie se atribuyó la responsabilidad de inmediato.
Grupos separatistas kurdos y de extrema izquierda, así como la organización fundamentalista islámica Estado Islámico, han llevado a cabo ataques mortales en todo el país en el pasado.
El año pasado, la explosión de una bomba en una bulliciosa calle peatonal de Estambul dejó seis muertos, entre ellos dos niños. Más de 80 personas resultaron heridas.
Turquía culpó del ataque al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), así como a los grupos kurdos sirios afiliados a él.
La explosión se escuchó a varios kilómetros a la redonda.
Un video grabado por una cámara de seguridad muestra un vehículo gris que se estaciona lentamente frente a la sede de la policía. Uno de los atacantes se baja del auto y avanza con un arma en la mano antes de inmolarse frente a la garita del policía de guardia.
Un segundo hombre sale del vehículo pero desaparece de las imágenes, engullido por el humo y el polvo levantados por la explosión, informó la agencia de noticias AFP.
La policía de Ankara anunció que estaba llevando a cabo «explosiones controladas» de «paquetes sospechosos» por temor a nuevos atentados, y pidió a los habitantes mantener la calma.
Imágenes de televisión mostraron a escuadrones antiexplosivos trabajando cerca de un vehículo en la zona, que se encuentra cerca de la Gran Asamblea Nacional Turca y otros edificios gubernamentales. Cerca del vehículo se podía ver un lanzacohetes.
Posteriormente, las autoridades turcas impusieron un bloqueo temporal de las imágenes del lugar.
El ministro de Justicia, Yilmaz Tunc, dijo que se había iniciado una investigación sobre el «ataque terrorista».
«Estos ataques no obstaculizarán de ninguna manera la lucha de Turquía contra el terrorismo», escribió en X. «Nuestra lucha contra el terrorismo continuará con más determinación», agregó.
La Policía acordonó los accesos al centro de la ciudad y reforzó las medidas de seguridad, advirtiendo a los ciudadanos que estarían realizando explosiones controladas de paquetes sospechosos.
Los dos policías estaban siendo tratados en un hospital y no se encontraban en estado grave, dijo Yerlikaya.
Egipto, que ha normalizado sus relaciones con Turquía tras una década de tensiones, condenó el ataque. Una escueta declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores ofreció la solidaridad de Egipto con Turquía.
La embajada de Estados Unidos en Ankara y otras misiones extranjeras también emitieron mensajes condenando el ataque.
El discurso de Erdogan era seguido de cerca en busca de indicaciones sobre cuándo el Parlamento de Turquía podría ratificar la membresía de Suecia en la OTAN.
Estocolmo solicitó ser miembro de la OTAN junto con Finlandia tras la invasión rusa de Ucrania el año pasado.
Si bien Finlandia se unió desde entonces, Turquía bloqueó la membresía de Suecia en la alianza militar, acusándola de ser indulgente con grupos que Turquía considera amenazas a la seguridad. Sólo Turquía y Hungría aún deben ratificar la membresía de Suecia.