La economía británica experimentó una contracción más profunda de lo previsto en julio de este año, mostrando una disminución del 0,5%, según las cifras oficiales más recientes.
Esta noticia sorprendió a muchos economistas y expertos del sector, quienes habían proyectado una perspectiva menos severa.
La incertidumbre y las variables inesperadas parecen estar jugando un papel crucial en el panorama económico del Reino Unido, y los efectos combinados del clima, las huelgas y otros factores influyeron en los resultados de julio.
«Nuestra estimación inicial para julio muestra que el PIB cayó, pero el panorama más amplio parece más positivo»Oficina de Estadísticas Nacionales
La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) identificó detrás de esta declinación el mal tiempo, que tuvo un efecto directo en sectores como la construcción y el comercio minorista, en particular en las tiendas que esperaban una alta demanda de moda veraniega.
El contratiempo se produce tras un crecimiento no revisado del 0,5% en el Producto Interno Bruto (PIB) registrado el mes anterior, lo que sugiere una volatilidad en el comportamiento económico del país.
Las huelgas protagonizadas por los trabajadores de la salud y docentes también tuvieron un impacto considerable, afectando de forma negativa al sector servicios durante ese mes.
Capacidad de recuperación
«Nuestra estimación inicial para julio muestra que el PIB cayó. Sin embargo, el panorama más amplio parece más positivo, con la economía creciendo en los sectores de servicios, producción y construcción en los últimos tres meses», dijo Darren Morgan, director de estadísticas económicas de la ONS.
Morgan también señaló que «en julio, la huelga de los trabajadores de la salud y los docentes afectó negativamente a los servicios y fue un mes más débil para la construcción y el comercio minorista debido al mal tiempo».
Para el ministro de Finanzas las últimas cifras económicas muestran «muchas razones para tener confianza en el futuro»
Sin embargo, el enfoque en el crecimiento continuo de los tres principales sectores económicos en los últimos meses sugiere que, a pesar de los contratiempos, la economía británica tiene la capacidad de recuperarse y adaptarse a las circunstancias cambiantes.
En ese sentido, el ministro de Finanzas Jeremy Hunt dijo que las últimas cifras económicas mostraban «muchas razones para tener confianza en el futuro», y que la economía del Reino Unido estaba ahora en camino de crecer más rápido que Alemania, Francia e Italia.
SUBA DE TASAS
Paul Dales, economista jefe para el Reino Unido de Capital Economics, insinuó, según consignó la BBC, que los recientes datos económicos de julio podrían ser el inicio de una «leve recesión».
Sin embargo, proyecta que el Banco de Inglaterra elevará una vez más las tasas de interés del 5,25% al 5,5% en respuesta. La razón principal de esta posible alza se centra en la gestión de la inflación.
El Banco estuvo incrementando las tasas con la intención de controlar el alza de precios, que es el ritmo al que suben los precios al consumidor en el país.
Al hacer que el dinero prestado sea más caro, la teoría sostiene que las personas gastarán menos, ayudando a frenar los precios.
Sin embargo, dijo que es crucial encontrar un balance, ya que un incremento excesivo podría propiciar una recesión. Hasta julio, la inflación cayó al 6,8%, todavía muy por encima del objetivo del Banco del 2%.