La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, dispuso a través de un decreto-ley aprobado por el Gabinete un impuesto de 40% a las ganancias extraordinarias de los bancos que hayan ganado en 2023 un 6% más que en 2022.
La premier adoptó la decisión sin que figurara en la orden del día de la reunión del Consejo de Ministros realizada a última hora del lunes.
Así, según el texto de la norma dado a conocer este martes por el Gobierno, los bancos que hayan ganado en 2023 un 6% más que el año anterior, y los que en 2022 hayan tenido una ganancia de más de 3% frente al ejercicio precedente, pagarán el 40% a modo de impuesto.
La medida, explicó el vicepremier Matteo Salvini, es «una norma de equidad social que se dedicará a una ayuda para los préstamos de compra de la primera vivienda y una rebaja de impuestos» a personas y empresas.
«Se aplica entonces un impuesto del 40% a las ganancias multimillonarias de los bancos», planteó Salvini, quien prevé que se recauden «un par de miles de millones».
Este martes, las entidades bancarias reaccionaron con dureza a la medida y la calificaron como «negativa», en medio de caídas de entre el 2 y el 7% en la bolsa de Milán.