Joaquín Sperani, el adolescente que estaba desaparecido desde el jueves en la ciudad cordobesa de Laboulaye, fue encontrado muerto en una casa abandonada a 100 metros de la escuela a la que asistía. Un amigo de la víctima, otro joven de 14 años, habría confesado el crimen ante la Justicia de menores.
«El adolescente involucrado en el hecho actualmente se encuentra alojado para su resguardo en el Centro de Admisión y Diagnostico (CAD), que depende del Complejo Esperanza, de la ciudad de Córdoba», informó el Poder Judicial provincial.
El juez Sebastián Moro, a cargo del Juzgado de Control, Faltas, Niñez, Juventud, Penal Juvenil, Violencia Familiar y de Género de Laboulaye, será quien marque los pasos a seguir sobre un niño que es inimputable por ser menor de 16 años.
«Tenemos que intentar no agregar hechos horrendos», afirmó Claudia Cesaroni, abogada y magíster en Criminología, sobre lo que podría ocurrir con el niño en una entrevista con el programa Otra Vuelta de Tuerca que se emite por Radio Universidad.
«Si efectivamente cometió este hecho necesita asistencia psicológica, estar en un lugar donde no lo conozcan, necesita ser cuidado», agregó.
Hasta el momento la Justicia de Córdoba informó que las primeras medidas sobre el pequeño consisten en realizarle «una serie de estudios diagnósticos, psicosociales y ambientales».
Acerca de la condición de inimputabilidad, el abogado y especialista en derecho penal, Facundo Pérez Lloveras, se refirió a los alcances de la Ley de Minoridad.
El letrado dijo que el juez de menores será el encargado de investigar el crimen, la posible participación del menor y resguardarlo para que no atente contra sí mismo o contra otras personas.
«Para ello puede determinar su internación en un establecimiento de menores» indicó Pérez Lloveras.