Las temperaturas subieron por encima de los 52 grados Celsius (125,6 grados Fahrenheit) en la provincia de Sindh, en el sur de Pakistán, la lectura más alta del verano y cerca del récord del país en medio de una ola de calor en curso, informó la oficina meteorológica.
Las temperaturas extremas en toda Asia durante el último mes empeoraron probablemente como resultado del cambio climático impulsado por el hombre, afirmó un equipo de científicos internacionales.
En Mohenjo Daro, una ciudad de Sindh conocida por sus sitios arqueológicos que se remontan a la civilización del valle del Indo construida en 2500 a. C., las temperaturas subieron hasta 52,2 C (126 F) en las últimas 24 horas.
La lectura es la más alta hasta el momento y se acercó a los máximos históricos de la ciudad y el país de 53,5 C (128,3 F) y 54 C (129,2 F) respectivamente, según publicó la agencia de noticias Reuters.
Mohenjo Daro es una pequeña ciudad que experimenta veranos extremadamente calurosos e inviernos suaves y escasas precipitaciones, pero sus limitados mercados, que incluyen panaderías, tiendas de té, mecánicos, talleres de reparación electrónica y vendedores de frutas y verduras, suelen estar llenos de clientes. Con la actual ola de calor, las tiendas casi no ven afluencia de público.
El médico local Mushtaq Ahmed añadió que los lugareños se han adaptado a vivir en condiciones climáticas extremas y prefieren permanecer en interiores o cerca del agua.
«Pakistán es el quinto país más vulnerable al impacto del cambio climático. Hemos sido testigos de lluvias e inundaciones superiores a lo normal», declaró Rubina Khursheed Alam, coordinadora del primer ministro para el clima.
La temperatura más alta registrada en Pakistán fue en 2017, cuando las temperaturas aumentaron a 54 C (129,2 F) en la ciudad de Turbat, ubicada en la provincia suroeste de Baluchistán.
Fue el segundo más caluroso en Asia y el cuarto más alto del mundo, precisó Sardar Sarfaraz, meteorólogo jefe del Departamento Meteorológico de Pakistán.
Extracto y adaptación de un artículo escrito por Akhtar Soomro y Ariba Shahid, para la agencia de noticias Reuters