«Instamos a los Estados Unidos a que deje de interferir inmediatamente en la cuestión del Mar Meridional de China, deje de envalentonar y apoyar las infracciones y provocaciones de Filipinas y salvaguarde la seguridad regional con acciones concretas», afirmó en una rueda de prensa el vocero del Ministerio de Defensa, Wu Qian, en medio de un incremento de los incidentes en la zona, especialmente entre buques de la Guardia Costera de China y Filipinas.
Washington «especula sobre la inexistente ‘amenaza china’, y mediante manipulaciones llevan a la comunidad internacional a una confrontación y a una carrera armamentística, lo que pone en peligro el actual sistema de seguridad y de gobernanza mundial», agregó Wu, citado por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Puntualizó que la disputa por el arrecife de Ayungin, conocido también como Second Thomas, «solo concierne a China y Filipinas, y no a otros países».
La situación, sin embargo, se ha complicado a medida que Estados Unidos facilita el paso de sus buques militares por la zona en una «violación del Derecho Internacional», alertó Wu.
Además, hizo hincapié en que Estados Unidos «persigue sus propios intereses» cuando «incita a Filipinas a cometer violaciones de derechos y actos de provocación», informó la agencia de noticias Europa Press.
Por otro lado, Wu apuntó contra el presupuesto de Defensa aprobado por Washington para el año próximo, en el que manifiesta su intención de contrarrestar la influencia de China en la región del Indo-Pacífico.
«Exigimos que Estados Unidos reconozca el daño que causan a China las disposiciones del proyecto de ley, y que deje de armar a Taiwán bajo cualquier pretexto y de cualquier manera», declaró Wu, quien instó a Washington a mirar con objetividad a China y su desarrollo militar.
Las relaciones oficiales entre el Gobierno central de China y su provincia insular de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago, y recién se restablecieron a fines de la década del 80 pero solo a nivel empresarial.
«Intenta usar el tratado de Defensa para intimidar a China. No creemos en esta trampa», advirtió el vocero chino.